Una rebelión de esclavos en un barco negrero, 1833

Édouard Antoine Renard pintó esta escena de un motín en alta mar tras la abolición de la esclavitud en Francia, en una época en la que los barcos negreros ilegales seguían utilizando los puertos franceses y la esclavitud seguía practicándose en las colonias francesas. La postura guerrera del súbdito negro sugiere la fuerza y el valor de los que lucharon por el control de los barcos negreros, así como la determinación de los abolicionistas de asumir la causa. La esclavitud no fue totalmente abolida en Francia y sus colonias hasta 1848.