Los primeros inventores de la fotografía vincularon su nuevo medio al microscopio a partir de la década de 1840. Tras la introducción de los negativos de vidrio colodión húmedo en 1850, las diapositivas de linternas fotomicrográficas asombraron al público con visiones de diminutos microbios proyectados a una escala monstruosa. Estas imágenes, asociadas a la validez científica por su producción mecánica, fueron sin embargo objeto de embellecimiento fantasioso en los anuncios.