Óptica, aparatos, entretenimiento

Siglos antes de la invención del cine, la luz proyectada se manipulaba para producir la ilusión de movimiento. Las linternas mágicas, que se originaron en el siglo XVII, para el siglo XIX habían evolucionado hasta convertirse en sofisticados aparatos de proyección de diapositivas sobre temas que iban desde historias de fantasmas y cuentos de hadas hasta relatos de viajes y lecciones de ciencia. Dependiendo de la portabilidad de sus equipos, los operadores de linternas podían actuar en humildes ferias de pueblos pequeños o en vastas salas de conferencias parisinas. 

Otros espectáculos de inmersión, como los panoramas y los dioramas, requerían estructuras construidas a tal efecto, por lo que se establecieron en los grandes centros urbanos. Los dioramas daban vida a grandes cuadros mediante una iluminación de fondo coreografiada. Incluso la pequeña versión mostrada en esta galería produce efectos de duración y profundidad hipnotizantes. Los juguetes ópticos también se comercializaban para su uso en el ámbito doméstico. Al interactuar con linternas mágicas en miniatura, zoótropos y praxinoscopios, tanto niños como adultos practicaban las habilidades visuales y performativas que aplicarían a sus experiencias con el primer cine.