Alrededor del mundo

El desarrollo del primer cine se vio impulsado por la transformación social, política y económica. Casi tan pronto como se inventó el medio, los operadores de cámara viajaron al extranjero, comercializando sus nuevos aparatos y reforzando el proyecto de expansión colonial. Además, partieron de una larga tradición de viajes virtuales o “viajes en butaca”, en los que se podían experimentar versiones mediadas del mundo desde el propio país a través de charlas de linterna mágica o estereografía. Las imágenes en movimiento acercaban lo lejano con un poder, una especificidad y una urgencia sin precedentes. 

Realizadas en Europa, América y Asia (incluyendo, aunque no exclusivamente, los territorios del imperio francés), estas películas captaron culturas que la mayoría de las potencias coloniales entendían que estaban experimentando una rápida transformación, en gran medida debido a la propia presencia de estas potencias. Además, las películas traficaban sistemáticamente con estereotipos de la diferencia racial. Reiteradas más allá del entretenimiento al servicio de la ciencia y la educación, estas representaciones reductoras se hicieron omnipresentes, persistiendo incluso en la actualidad.