La escultura de Courtney M. Leonard se inspira en las cestas de pescado y las redes de pesca indígenas. Sin embargo, su elección de la delicada loza ha hecho que la forma sea impráctica y vulnerable a la rotura. La artista relaciona la pérdida de funcionalidad con la disminución de las fuentes tradicionales de alimentos, y aboga por la consideración de los conocimientos indígenas en la gestión del frágil ecosistema costero del Atlántico. En cambio, el frutero inglés habría sido la pieza central de un servicio de postres de moda. En este caso, el fabricante imitaba ingeniosamente las técnicas de cestería, idealizando la artesanía tradicional de las comunidades agrícolas que cultivaban los productos.