Las matemáticas y el comienzo de la estética computacional

Las matemáticas y el arte tienen una relación histórica que se remonta al menos a la antigua Grecia, pero los cálculos han estado, durante gran parte de esa historia, integrados en las obras de arte, como ocurre con las medidas que definen la proporción o delinean la perspectiva. Las computadoras fueron, ante todo, máquinas de calcular, y a partir de la era informática, muchos artistas utilizaron sistemas matemáticos (como la aritmética y la geometría) como formas de código o algoritmo para generar formas presentadas de forma transparente como el proceso creativo y/o el tema de la propia obra. Círculos y esferas, cuadrados y cubos, y diversas curvas matemáticas caracterizan gran parte de las primeras obras generadas por computadora por la sencilla razón de que tales formas eran programables. En la mayoría de los casos se utilizaba el lenguaje FORTRAN, que desde finales de la década de 1950 simplificaba la escritura de los programas al combinar una forma de taquigrafía inglesa con ecuaciones algebraicas. Al mismo tiempo, muchos artistas de la corriente dominante asociados al arte minimalista, óptico y conceptual adoptaron procedimientos formulistas similares (no generados por computadora) para despersonalizar el proceso creativo y cuestionar la noción de objeto artístico único en favor de la aparente universalidad de las matemáticas.