Fernando I, gran duque de Toscana (r. 1587-1609), se adjudicó el crédito de haber inventado una nueva manera de representar imágenes y retratos de personas en marmi commessi (mármoles atados) que se distinguían de ejemplares antiguos al hacer mayor uso de piedras de colores a fin de lograr efectos pictóricos. Además de piedras locales y piedras recicladas de monumentos romanos, las imágenes en piedra de Fernando incorporaban especies de piedras que adquirió en el mercado del Imperio mogol de la India. La tradición paralela de incrustación en piedra en Asia también favoreció los temas florales. Los diseños entrelazados en los bordes de los ejemplares del Imperio mogol presentes en esta exposición siguen un estilo europeo, lo que indica que ambas regiones mantuvieron relaciones estrechas durante este período.