Cuando se entienden como productos de creación divina, las características naturales de las piedras de color podían superar el desafío que implicaba representar una escena divina. En la extraordinaria placa de piedra que utilizó Jacques Stella, pueden apreciarse vetas del color del fuego, las cuales aprovecha para delimitar la imagen y dar forma a la mítica escalera de la visión de Jacob. Una lámina de papel metálico de respaldo que brilla detrás de una placa semitransparente de amatista que utilizó Filippo Lauri para su representación del bautismo de Cristo enaltece el aura divina en un instante en el que se manifestó la presencia de Dios. La escala pequeña de estas obras comparada con los lienzos del mismo tema, aunque es una necesidad de los materiales preciosos, en definitiva intensifica el impacto de las obras.