La tapa de esta pequeña caja china tiene unos 1,300 años de antigüedad, y es un asombroso ejemplo de una técnica llamada “diseño aplanado y pulido” (chino: pingtuo, japonés: heidatsu, coreano: pyongmun), en la que se cortan finas láminas de oro o plata para darles forma, se incide finamente y se aplica a una superficie lacada, y luego se pule para revelar el diseño. Se trata de un objeto bello —y funcional. Las obras de este tipo eran apreciadas en China, Japón y Corea como uno de los tesoros reales más importantes.