Las cajas de escritura (o suzuribako, literalmente: “caja de piedra de tinta”) ofrecían lienzos para increíbles hazañas artísticas. Esta obra lleva la firma de Igarashi Dōho, un vástago de un linaje de artistas de laca que sirvió a generaciones de gobernantes. El propio Dōho sirvió a los señores feudales Maeda (daimyō), que gobernaban la provincia de Kaga (actual prefectura de Ishikawa). Por ello, el abundante uso del oro y el motivo de los crisantemos, que denota nobleza y longevidad, son especialmente adecuados. La flora otoñal y la luna llena indican la estación del año, mientras que los salientes plateados, que imitan el rocío de la mañana, aluden a la hora del día.