Comercio

La “Ruta de la Seda del Mar” hace referencia a las rutas comerciales marítimas que cubrían las vías fluviales de Asia Oriental y Sudoriental. El reino de Ryūkyū era un actor clave en estos intercambios. Es probable que la escasez de recursos naturales (aparte del nácar, la laca y el azufre) impulsara a los habitantes del archipiélago a dominar la navegación y el comercio. Los comerciantes de las Ryūkyū eran intermediarios experimentados entre China, Japón y Corea y, durante siglos, monopolizaron los mares del sudeste asiático, frecuentando Siam, Malaca, Java y Palembang, entre otros. La laca —tanto como mercancía como materia prima— era un producto codiciado.