Luz, Espacio, Superficie: Selecciones de la Colección de LACMA

 

En las décadas de 1960 y 1970, varios artistas del Sur de California empezaron a crear obras que investigan fenómenos perceptivos: cómo llegamos a entender la forma, el volumen, la presencia y la ausencia a través de la luz, vista directamente a través de otros materiales, reflejada o refractada. Muchos de los artistas utilizaron materiales industriales de nuevo desarrollo, como láminas de acrílico, fibra de vidrio y resina de poliéster. Luz, Espacio, Superficie explora el arte de Luz y Espacio, así como objetos relacionados con el “fetichismo del acabado” con superficies muy pulidas. Las obras de esta exposición abarcan desde pequeñas esculturas expuestas sobre pedestales hasta experiencias fenomenológicas de mayor envergadura.

El crítico de arte de Los Angeles Times William Wilson publicó por primera vez el término “fetiche del acabado” en 1966 para describir “la escuela de ‘fetiche del acabado’ de California de escultores de moda de orientación industrial [que] trabajan con formas geométricamente reducidas que expresan metafóricamente actitudes emocionales contemporáneas”. Aunque a casi todos los artistas no les gustaba, el término ha perdurado a lo largo de los años. La comisaria Melinda Wortz utilizó por primera vez la nomenclatura “Luz y espacio” en prensa en 1979 para referirse a obras que presentan “fenómenos visuales que no pueden registrarse, medirse ni experimentarse con el tacto”. No obstante, añadió, “nuestra percepción de estas ilusiones es sin duda tan real como la de cualquier objeto físicamente presente”. Muchos de los artistas de Luz y Espacio y del “fetiche del acabado” siguen trabajando en esta línea, a veces utilizando materiales aún más novedosos para lograr sus objetivos.