Pintura en luz blanca (serie Cuadrícula), 1986

Mary Corse ha explorado muchas formas de introducir la luz en la pintura. En 1968 descubrió las microesferas de vidrio —las diminutas cuentas que se utilizan en las líneas de los carriles de las carreteras y en la señalización, que reflejan y refractan la luz de los carros. De ahí surgieron las pinturas de Luz blanca, que Corse sigue pintando hoy en día. Las microesferas transforman cuadros normales en lienzos que responden a la luz y cambian de aspecto según la posición del espectador. No hay un estado estable ni una visión óptima para estos lienzos; obras como Pintura en luz blanca existen como experiencias perceptivas siempre cambiantes en las que el espectador es un participante activo.