Sin título, 1968–69

Desde su infancia, Helen Pashgian se ha sentido fascinada por la compleja relación entre la luz y la superficie. “Siempre me interesaba ver dentro de mis esculturas y a través de ellas”, ha dicho. “También me interesaba cómo la luz ambiental o la luz que se pusiera sobre ellas las animaba. Por eso me interesaba que estuvieran muy pulidas”. En Sin título, Pashgian colocó una varilla acrílica doblada dentro de un objeto de resina fundida, con lo cual complicó la forma en que su escultura casi transparente refleja y refracta la luz.