En la Nueva York de la década de 1970, muchos artistas se ganaban la vida fotografiando imágenes de archivo. Sandy Skoglund aprendió por sí misma a realizar fotografías de productos, perfeccionando la cámara de 4×5 pulgadas, la iluminación de estudio y la impresión Cibachrome, que aprendió con un kit de bricolaje. Utilizó estas nuevas habilidades para desafiar el sistema de clases que enfrentaba la cultura de masas con las “bellas artes” al realizar el tipo de obra que se ve en estas dos fotografías: imágenes de alimentos procesados sobre fondos sintéticos, todo ello en hipercolor saturado.