Ericka Beckman basó Cucharada en un anuncio de cereales de la década de 1960 que incluye atrezo construido a mano y efectos prácticos de bricolaje. Aunque el original estaba destinado a atraer a los niños durante las caricaturas del sábado por la mañana, la escena de Beckman es frenética, cómica y de pesadilla por su exageración.