Cofundada por Kalle Lasn y Bill Schmalz en Vancouver en 1989, Adbusters fue pionera en el fenómeno del “jamming cultural”, en el que las técnicas de la publicidad impresa convencional se utilizan para criticar, subvertir y desafiar la hegemonía de las grandes empresas. La revista presenta anuncios falsos, a menudo perturbadores, junto con artículos de tendencia izquierdista sobre una amplia gama de temas políticos y sociales (como los derechos de los animales, el cambio climático y la proliferación nuclear) y solicita regularmente contribuciones e ideas a sus lectores.