Cuando era un niño que crecía en la década de 1940 en Western Avenue y la Calle 90 en el Sur de Los Ángeles, Pat O’Neill iba ocasionalmente al vertedero con su padre como forma de pasar el tiempo. En aquellos años, Los Ángeles se modernizaba rápidamente y entraba en el auge del consumismo de mediados de siglo, convirtiéndose en un lugar donde Hollywood se encontraba con las crecientes industrias aeroespacial, musical y de la moda. Estos temas son evidentes en Bump City. Realizada durante el último año de O'Neill como estudiante de posgrado en la Universidad de California, Los Ángeles, la película de cuatro minutos es un retrato de la ciudad después de 1950, con sus anuncios de gran tamaño, cinéticos, esculturales y de neón, y su hiperconsumismo.