Kwon Jinkyu trabajó con nuevos medios, como la terracota combinada con una laca, utilizando una técnica llamada geonchil, un método de aplicación de laca y telas de cáñamo a la superficie de un molde de yeso. Empleando un adhesivo que incluía polvo de teja molida, Kwon creaba intencionadamente una textura áspera e inacabada. El proceso del geonchil de Kwon permitía un solo uso del molde de yeso, a diferencia de los moldes tradicionales, que permitían la producción de múltiples esculturas idénticas.