Historias tejidas: textiles y abstracción moderna

La exposición Woven Histories: Textiles and Modern Abstraction (Historias tejidas: textiles y abstracción moderna) se nutre del florecimiento del tejido en el mundo del arte globalizado actual. En la década de 1920, surgió en Europa una forma extrema de arte abstracto que recurría al uso de materiales y tecnologías textiles que transformó fundamentalmente las concepciones predominantes acerca de lo que, en ese entonces, se consideraba el lenguaje de la modernidad por excelencia. A esa proteica intersección le siguieron otras igualmente importantes a lo largo del siglo que, rizomáticas e intrincadas, sacudieron las narrativas históricas dominantes del arte.

Esta exposición toma como punto de partida una cohorte de artistas, en su mayoría mujeres, que trabajaron durante el período de entreguerras. Las prácticas interconectadas y multidisciplinarias de Sophie Taeuber-Arp, Anni Albers, Sonia Delaunay, Liubov Popova, entre otros, desestabilizaron las oposiciones jerárquicas arraigadas entre las artes aplicadas y las bellas artes, la producción manual y mecánica, y la innovación y tradición. Impulsadas por visiones sociales transformadoras, estas pioneras de vanguardia le asignaron a la fabricación y el diseño de textiles un rol esencial en la reforma de la era moderna. Cuando acechaba el comienzo de una segunda guerra mundial, el legado de cada una de ellas echó raíces en las Américas y más allá, ya que nuevas generaciones de artistas abstractos y fabricantes de tejidos analizaban y criticaban los fundamentos formalistas de sus prácticas basadas en materiales.
Los movimientos contraculturales, feministas, de liberación LGBT y del Poder Negro que surgieron en la década de 1960 le insuflaron una importancia creciente a la autofiguración y sus significados. A medida que se acercaba el nuevo siglo, un grupo de mujeres artistas disidentes respondieron a la absorción de ese legado politizado por parte de la cultura masiva a través de “indumentaria cotidiana” que evocaba cargadas expresiones de identidad desafectada. Los subversivos retos a la heteronormatividad encabezados por Rosemarie Trockel y amplificados por Andrea Zittel, Paulina Olowska y Ellen Lesperance ahora se ramifican en el arte de otros artistas alrededor del mundo. Muchas de las personas que aprovechan la siempre fructífera confluencia entre abstracción y tejido crean arte a partir de legados de culturas indígenas y vernáculas del pasado y del presente. Sus obras —que se manifiestan como vestuario escénico, decoración y tapices tejidos— representan compromiso con la comunidad desde las perspectivas de raza, etnia, clase y género.