Durante una residencia en el Centro Getty en 2015, Analia Saban se encontró por primera vez con los suntuosos tapices que hoy son admirados como el pináculo artístico de la regencia del Rey Sol francés, Luis XIV (1643-1715). Para reorientar su práctica de estudio de manera que incluyera esa venerable tecnología de tejido confeccionado a partir de seda, oro y otros materiales preciosos, Saban adquirió un telar de Jacquard de alta gama automatizado por computadora. Y a pesar de que también emplea hilo metálico y de lino en sus tapices monumentales, Saban tomó como sujeto las placas de circuitos que han sido tan importantes en la historia de los gráficos de computadora. De brillo sutil, sus tejidos luminosos rinden tributo a esos legados que lejos están de ser distintos.