Considerada ideológicamente inaceptable, la abstracción moderna temprana no estaba presente en el léxico de diseño oficial de Polonia durante la era comunista (1945-1989). En 2010, esa prohibición que ahora resulta vana impulsó una serie de pinturas llamativas que Paulina Ołowska creó y para las que se basó en un conjunto de postales viejas que había encontrado de casualidad. Como se puede ver en Torcik (Pastel), cada una de estas pinturas mostraba una “modelo” chic —probablemente una amiga de la cohorte desafiante que diseñó e imprimió las postales— vistiendo una prenda con el vocabulario constructivista prohibido. De circulación clandestina, las imágenes samizdat sirvieron como motivación para que artesanas tejieran sus propias variantes audaces en desafío a los códigos de vestimenta apagados que dictaba el estado. En honor a esas hábiles tejedoras, Olowska encargó una variante —Szachista 1 (Suéter 1)— para su uso personal.