Rincon , 2014 Cajas mágicas, 1964 Cubo, 1966

Larry Bell considera que las superficies de sus obras son primordiales, y fueron las propiedades superficiales del vidrio (simultáneamente duro, transparente y reflectante) lo que le atrajo del material. Empezó a recubrir el vidrio al vacío en 1962, utilizando un proceso que deposita una fina película de material vaporizado en la superficie. Este recubrimiento modifica la manera en que el vidrio absorbe, refleja y transmite la luz, y le permite a Bell crear infinitas variaciones en el color, la transparencia y la reflectividad de sus obras de vidrio. Las esculturas recubiertas al vacío, como Cubo, constituyen el núcleo de la práctica de Bell. En la actualidad, sigue trabajando con recubrimientos al vacío, a diferentes escalas y con materiales que ahora incluyen papel y película de poliéster, además de vidrio.