Durante la Guerra de Corea (1950–53), los trenes transportaban a la gente de Seúl a Busan, la capital provisional. Kim Whanki pasó los años de la guerra en Busan, donde pintó Tren de refugiados. Los vagones están repletos de rostros anodinos de quienes huyen de Seúl hacia la seguridad de Busan, situada en el extremo sur de Corea. Aunque aparentemente inocua a primera vista, esta imagen representa las medidas desesperadas que tomaba la gente que escapaba de las actividades bélicas en torno a Seúl.