Mientras que la fotografía se utilizaba durante el periodo colonial japonés (1910-1945) por los fotógrafos japoneses para los materiales de propaganda, Min Chung Sik, como muchos otros fotógrafos coreanos de esta época, experimentaba con la cámara para capturar el mundo que le rodeaba. Aquí, Min intenta representar las veneradas Montañas del Diamante al aislar sus picos identificables mediante un diseño construido sobre una mesa, lo que pone aún más en tela de juicio la noción de representación.