Siempre en la indigencia, Lee recurrió al papel de aluminio desechado que cubría las cajetillas de cigarrillos para ilustrar Gente atada y Niños. En estas pequeñas obras, la afinidad de Lee por la línea, que se observa en toda su obra, se hace especialmente palpable por el uso de la técnica del grattage (raspado) sobre la superficie flexible del papel de aluminio. Los profundos pliegues de la superficie causados por el desgaste revelan la frágil materialidad del papel de aluminio e infunden a las escenas de otro mundo una sensación de honestidad y la sombría realidad de las circunstancias externas del artista.