A diferencia de las fotografías que figuran en la Respuesta moderna, estas imágenes retratan la realidad espontánea y cotidiana de un país que resurge tras la guerra. Influido por el fotógrafo francés y maestro de la “fotografía cándida” Henri Cartier-Bresson (1908–2004), Han tuvo que poseer una paciencia infinita al quedarse parado para esperar que se produjeran los momentos adecuados. Es difícil creer que los transeúntes no fueran conscientes de la presencia de Han, quien estuvo ahí parado con varias cámaras Leica. Las fotos, muchas de ellas sin montaje, retratan escenas de alegría, afecto privado, inocencia y confianza. Revelan las cosas que hacen las personas, incluidos los niños, cuando creen que nadie está mirando: el momento inconsciente.