Un indígena se lanza a través del Teatro de la guerra de Diego Romero en esta respuesta farsesca al coqueteo del presidente Donald Trump en 2017 con un ataque masivo a Corea del Norte. Romero, autoproclamado "cronista de los absurdos de la naturaleza humana", recurre a referencias culturales muy variadas, desde las tradiciones alfareras mundiales hasta las películas populares y los cómics. Sus imágenes precisas y geométricas son un homenaje a la cerámica centenaria de los antepasados mimbres del artista cochití. Romero también se inspira en las vasijas de la antigua Grecia, cuyas estilizadas representaciones de narrativas épicas resuenan con su propia pasión por los cómics de superhéroes.