Laura Huertas Millán basó su película experimental en los extensos debates sobre libertad que tuvo con miembros de la familia zapoteca Navarro de Oaxaca. Como revela su “ficción etnográfica”, ese sujeto es un constructo: son “actos que construyen una ética”, en palabras de la artista. Mediante tomas recortadas, La Libertad resalta los roles multidimensionales que el tejido cumple en la vida cotidiana de los Navarro: urdimbres vibran en telares de cintura, manos hábiles manipulan hilos, trenzan cabellos y también cinturones adornados con motivos tradicionales. Complejizando los problemas relacionados con el trabajo y la producción textil que se simplifican a binarios opuestos —tradicional o tecnológico, local o global—, sopesa el anhelo de autonomía frente al compromiso con la sustentabilidad.