La Sagrada Familia, finales del siglo XVII-comienzos del XVIII

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:25

Con esta Sagrada Familia, Nicolás Rodríguez Juárez sin duda pretendía mover a los fieles a la devoción. María y su Hijo dirigen sus tiernas miradas al espectador, en tanto que Jesús confiere su bendición. La ausencia de coordenadas temporales y espaciales aumenta el poder emocional e íntimo del pequeño icono, que ostenta la firma del artista en el reverso.

Cáliz

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:14

El célebre "Cáliz Hearst", con su combinación de metales preciosos, plumas, maderas talladas y cristal de roca, destaca por ser una de las obras más complejas de la orfebrería mexicana del siglo XVI. Estos materiales, empleados desde la época prehispánica e investidos de un carácter sagrado, se adaptaron para la confección de objetos cristianos, demostrando una elevada autonomía por parte de los artífices indígenas, que reclamaban su lugar en la nueva entidad política de la Nueva España.

Cruz de altar, ca. 1560

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:12

Esta cruz de altar portátil procedente de Guatemala se asocia con los dominicos, una de las tres órdenes religiosas que en el siglo XVI evangelizaron el vasto territorio mesoamericano. Sus iglesias conventuales disponían del preceptivo ajuar litúrgico de plata, en su mayor parte labrado por artistas venidos de España. Esta cruz, profusamente decorada con figuras de santos de la orden y temas bíblicos, se colocaba sobre el altar durante la celebración de la misa.

Medallón de monja con la Inmaculada Concepción y santos, ca. 1720

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:10

En México los medallones fueron un ornamento central del hábito de las monjas, sobre todo el día de su profesión. Los temas más repetidos son la Inmaculada Concepción y la Anunciación; en el perímetro solía haber un nutrido coro de santos en el que figuraban los de mayor importancia para la orden y por quienes las monjas tenían particular estima. Estas piezas, que se prendían al hábito, a menudo encerraban mensajes políticos y estaban pintadas por los artistas más célebres del momento.

Medallón de fraile con la Natividad, ca. 1768

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:08

Los hermanos hospitalarios de Nuestra Señora de Belén, o betlemitas, también portaban medallones. Esta orden, dedicada a la instrucción de los niños pobres y el auxilio a los enfermos, se fundó hacia 1660 en Guatemala y al poco se difundió por toda Hispanoamérica. Su fundador, Pedro de San José de Betancourt (1626-1667), era muy devoto de la Virgen de Belén y del misterio de la Natividad. José de Páez pintó varios medallones con este asunto, que los miembros de la orden llevaban sobre la capa como elemento distintivo.

Alegoría de la Crucifixión con santos jesuitas, ca. 1770

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 16:06

Este lienzo de Cristo rodeado de santos posiblemente se creó para algún miembro de la Compañía de Jesús, quizá el canónigo situado en el extremo inferior derecho que mira directamente al espectador. San Ignacio de Loyola, el fundador de la orden, aparece arrodillado en el primer plano, delante del papa y frente al rey de España, quienes se han despojado de sus coronas para rendir pleitesía a Cristo. Este tipo de imagen quizá tuviera una función mnemotécnica para ayudar a los fieles a recordar las vidas de los santos.

San Juan Nepomuceno, 1770

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 15:59

En 1393 san Juan Nepomuceno fue brutalmente torturado por el rey Wenceslao de Bohemia al negarse a revelar los secretos de confesión de la reina. El monarca ordenó que el sacerdote fuera ahogado en el río Moldava; cuando en 1719 se exhumó su cuerpo, se decía que su lengua permanecía intacta y que aún palpitaba con vida.

 

La Divina Pastora, ca. 1760

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 15:56

La advocación de la Divina Pastora surgió en Sevilla en 1703, y al poco se difundió por Hispanoamérica. Fue el fraile capuchino Isidoro de Sevilla (1622-1750) quien, tras haber tenido una visión de la Virgen, encargó una pintura y dio instrucciones precisas al artista: María, vestida con túnica roja, manto azul y sombrero de pastora, debía aparecer sentada en una peña y alimentando con rosas a su rebaño, mientras san Miguel rescataba a una oveja extraviada que habría sucumbido al demonio.

Cristo de Ixmiquilpan o "Señor de Santa Teresa", ca. 1750-1760

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El Cristo de Ixmiquilpan es una imagen de tamaño natural hecha de pasta de caña de maíz que se veneraba en la iglesia de Mapethé, cercana a la localidad de Ixmiquilpan, en México. En el siglo XVII la escultura se encontraba muy dañada, por lo que se decidió enterrarla junto a la primera persona del pueblo en fallecer. Según la leyenda pasaron seis años sin que ningún vecino pereciera, hasta que un día, súbitamente, la efigie se desprendió de la cruz y se restauró milagrosamente a sí misma. En 1621 la talla fue trasladada al convento carmelita de Santa Teresa en la ciudad de México.

Sacra Conversación con la Inmaculada Concepción y el Divino Pastor, 1719

Submitted by akwong on Thu, 06/02/2022 - 15:47

Esta imaginativa pintura representa la vivencia extática de una monja concepcionista que luce un gran medallón sobre su pecho y sostiene un coloquio sagrado con el famoso místico español del siglo XVI san Juan de la Cruz, a quien entrega su corazón ardiente. A la izquierda, la Inmaculada Concepción brota de una gigantesca azucena, símbolo de su pureza, mientras que en el centro Cristo aparece representado como Buen Pastor. El puente simboliza el tránsito místico y sugiere que el éxtasis de la monja y su comunión con el santo se produjeron gracias a la intercesión de María y su Hijo.