La Sagrada Familia, finales del siglo XVII-comienzos del XVIII
Con esta Sagrada Familia, Nicolás Rodríguez Juárez sin duda pretendía mover a los fieles a la devoción. María y su Hijo dirigen sus tiernas miradas al espectador, en tanto que Jesús confiere su bendición. La ausencia de coordenadas temporales y espaciales aumenta el poder emocional e íntimo del pequeño icono, que ostenta la firma del artista en el reverso.