Criaturas de la tierra
Fila superior, de izquierda a derecha:
Fila superior, de izquierda a derecha:
Muchas molas incorporan la creencia kuna de que todos los seres tienen un alma doble, conocida como purba. Este concepto de identidad dual se representa mediante parejas o imágenes en espejo, que también aparecen en diversas cerámicas pintadas de esta galería. Según la creencia kuna, cuando alguien se va de casa, al volver ya no es la misma persona. Esto se asocia con la idea de que los Kuna son aves que se transforman en distintos tipos de pájaros porque sus experiencias cambian las canciones que cantan.
Panamá alberga 120 especies de murciélagos, incluyendo a los vampiros, que se alimentan de sangre. El significado mitológico de los murciélagos es fácil de entender, y no solo debido a su dieta a base de sangre: pasan el día colgados bocabajo en cuevas para emerger al anochecer, poblando el cielo nocturno. Así, en el cosmos de los indígenas americanos los murciélagos se asocian al inframundo. Esta jarra combina la imaginería de un murciélago noctámbulo con un pico modelado en forma de lagarto, que tiene connotaciones solares y, por lo tanto, diurnas.
Vasija con efigie que evoca a un pelícano con orejasPanamá, Veraguas, sin datarCerámicaRegalo de los doctores Alan Grinnell y Feelie LeeM.2009.150.2
Mola con aves entre motivos en espiralTafetán de algodón con appliqué inverso y bordadoRegalo de Lindy y Ellen Narver en recuerdo de Grace NarverM.2009.40.3
Diseños Animales en las Molas del Siglo XX
Aparecen grandes ojos que miran desde los elementos de un fondo en espiral y desde apéndices unidos a un cuerpo hasta cierto punto humano con manos y pies como garras y una espina de raya que emerge de su cabeza. La composición podría retratar a un chamán en transformación que extiende su alcance a otros reinos del cosmos adquiriendo elementos de criaturas terrestres y marinas.
El jaguar es el depredador terrestre más poderoso de América y muchos grupos nativos lo consideran el alter ego de poderosos chamanes y caciques. La figura a la izquierda parece haber sido captada en un estado a medio camino entre humano y jaguar, y podría representar la transformación de un chamán. En el antiguo Panamá los gobernantes eran también chamanes que estaban conectados con las fuerzas de la naturaleza y los personajes de los mitos, incluyendo a los animales. Esta relación se reforzaba mediante objetos artísticos y los seres mitológicos representados en ellos.
Esta escena podría retratar a un chamán captado en medio de la transformación, con cuerpo humano y cabeza y garras de cocodrilo. A los cocodrilos se les asocia con los mitos originarios, ya que la manera en la que van a la deriva medio sumergidos en el agua los convertía en una metáfora ideal del monstruo de la tierra original que flotaba en el mar primordial. El espacio circundante está lleno de espinas de raya, que se usaban para sangrías rituales.
Las selvas tropicales, los mares y los cielos de Panamá están repletos de animales: serpientes, jaguares, tiburones, murciélagos y aves. Antes del contacto con los europeos, hubo poderosos caciques que gobernaron esta exuberante región durante siglos.