Mujer como busto, c. 1885
Con el asentimiento de sus retratados, algunos fotógrafos de gabinete estaban más que dispuestos a transformar a sus sujetos en obras de arte.
Con el asentimiento de sus retratados, algunos fotógrafos de gabinete estaban más que dispuestos a transformar a sus sujetos en obras de arte.
With their sitters’ agreement, some cabinet-card photographers were more than willing to transform their subjects into works of high art.
Los retratos ocupacionales de la clase obrera se hacían desde la introducción de la fotografía, pero el espacio adicional proporcionado por las tarjetas de gabinete permitía presentaciones mucho más detalladas y elaboradas de uno mismo. Aquí, un colgador de papel tapiz posa con una escalera, una brocha, baldes y rollos de papel tapiz frente a un telón de fondo de estudio que, de forma algo incongruente, representa una columna y una balaustrada clásicas.
Occupational portraits of working-class people had been made since the introduction of photography, but the extra space provided by cabinet cards allowed far more detailed and elaborate presentations of self. Here, a wallpaper hanger poses with a ladder, brush, buckets, and rolls of wallpaper in front of a studio backdrop that—somewhat incongruously—depicts a classical column and balustrade.
Inmediatamente después de la introducción de las tarjetas de gabinete, las empresas de suministros fotográficos empezaron a diseñar y vender álbumes y marcos con ranuras de tamaño especial como una forma conveniente de guardar y organizar las tarjetas.
Immediately after cabinet cards were introduced, photographic supply houses began designing and selling albums and frames with specially sized slots as a convenient way to keep and organize the cards.
Cada uno de los empleados del Departamento de Policía de Denver se hizo un retrato para este elaborado álbum encuadernado en cuero, que fue un regalo de Navidad para su matrona policíaca. Su trabajo consistía en ayudarles a proteger a las mujeres y los niños que pasaban por el sistema.
The employees of the Denver Police Department each had their portrait made for this elaborate leather-bound album, which was a Christmas gift for their police matron. Her job was to help them oversee the women and children who came through the system.
El retrato fotográfico era un negocio de bajos márgenes y la competencia podía ser feroz. Los fotógrafos no se privaban de repartir tarjetas que prometían la calidad, el bajo coste y la satisfacción garantizada.
Photographic portraiture was a low-margin business, and competition could be fierce. Photographers did not shy away from handing out cards promoting quality, low cost, and guaranteed satisfaction.